El placer más sólido de esta vida es el vano placer de las ilusiones. Considero las ilusiones como algo en cierto modo real teniendo en cuenta que son ingredientes esenciales del sistema de la naturaleza humana, otorgadas por la Naturaleza a todos y cada uno de los seres humanos; de manera que no es lícito entenderlas como sueño particular sino como propias del ser humano y queridas por la Naturaleza. Sin las ilusiones nuestra vida sería la más mísera y bárbara de las cosas.
Parece un absurdo, pero es exactamente verdadero que, siento todo lo real una nada, no hay cosa más real ni sustancial en el mundo que las ilusiones.
-En Zibaldone di pensieri, de Giocamo Leopardi