"¿Quiénes se revelarán entonces como los más fuertes?: (...) aquellos que no tienen necesidad de ningún artículo de fe, aquellos que no sólo admiten una buena dosis de azar y sinsentido sino que la aman, aquellos que pueden pensar al hombre mediante una significativa reducción de su valor, sin por ello convertirse en pequeños o débiles."
En El nihilismo: Escritos póstumos, de F. Nietzsche
Esta es una de las ideas más iluminadoras que he leido: cura para la hueva y depresión que persiste en las generaciones 70´s-80´s. Generaciones tan llenas de "hueva" de actuar porque la vida parece no hablarnos; depresión porque todo parece vacio, sin meta ni causa, y porque Dios parece tan injusto.
Nietzsche propone amar el sinsentido de la vida, amar el azar, tomar menos en serio todo lo humano, entender que, en realidad, los humanos no somos tan importantes y que, sin embargo, eso no nos cause "complejo de inferioridad". Ver la vida como un juego, como un juego desmadroso que, sin embargo, hay que jugar bien, llenos de energía, arrojo, imaginación. Esto es: el superhombre tendrá la magia del niño, idea que ya propone en Así Habló Zaratustra.