LA CARACOLA
(Ramón Gómez de la Serna)
Al ponerse al oído aquella caracola escuchaba ruidos de mar y gritos de náufragos.
NUNCA SE SABE
(Pere Calder)
De las cuatro ruedas del coche, había una que giraba al revés. Pero era la buena, porque intentaba alejarnos de una curva que nos destrozó a todos.
LA VIEJA MÁQUINA
(A. F. Molina)
El fotógrafo prepara su trípode y mete la cabeza bajo la manga. Aprieta el botón. Todo lo que hay delante del objetivo se precipita hacia él. Queda en el mundo un hueco incomprensible y ya no se podrá llenar con nada.