LA ABUELA
De pronto, la abuela sintió un frio intenso. Miró el suelo y de él salían burbujas lentas y ondulantes; la voz de la mujer se desvanecía como si aquellas palabras fueran de humo... Cerro los ojos y escuchó un susurro acuoso que le decía:
-Abuela, el tiburon está furioso.
Abrió los ojos, sintió que se le ahogaban las fuerzas, y cuando los cerró por fin... sintió una dentellada de aire...