—Yo andaba bien mala de los riñones. Cuando orinaba, orinaba sangre, como navajas. Yo creo que era por tanto picar y picar piedra en las minas de oro de Fox... pero ni modo, necesitaba frasquitos de espuma.
—Putisísima madre... ¿Y luego?
—Pues mi hermano (que Dios tenga en su gloria), me regaló un riñón, pero cuando me abrieron la panza se dieron cuenta que yo, en lugar de riñones, tenía un ornitorrinco muerto, sí, uno hecho bolita.
—Qué desmadre... ¿Y luego?
—Me intentaron poner el riñón, pero mi cuerpo lo rechazaba... hasta que los doctores llegaron a la conclusión de que necesitaban ponerme otro ornitorrinco para hacer la diálisis. Pero eso sí, uno bien vivo.
—Me cago para adentro: ¡pero sí yo soy bien vivo!
—Sí... Pues no me extrañaría: ustedes los ornitorrincos son bien raros... pero yo no sabía que entre sus peculiaridades estaba que hablaran.
—Huevos, sí somos bien chingones... pero la verdad no hablamos.
—¡A poco es por telepatía!
—Nel, no me la chupes... ¿Es muy necesario que el ornitorrinco sea ornitorrinco de nacimiento?
—¿A qué te refieres?
—¡Oh, que la chingada...! Pues a eso... Verás: Yo era un cantante bien pinche famoso: Chayanne, así me decían... ¿Te acuerdas de “Tiempo de Vals”...?
—Mm... Creo que cuando yo era muy chica... es una guaracha, ¿no?
—¡No la chingues!... Olvídalo. El chiste es que venía de una gira bien perra por Namibia, todo chingón y de pronto ¡zas! que el camión se va a un puto barranco.
—... Caray...
—A muchos se los cogió la muerte... cuando desperté no me podía mover ni así, ni un puto dedito. Alcancé a ver que mis piernas estaban hechas mierda.
»Entonces fui llevado a un hospital que dizque muy cabrón, yo no sabía qué chingaos pasaba, pero iba en una camilla. Y ahí, el culero del cirujano que me dice... “Mmmm joven... con tan poco material que nos queda de usted, lo más parecido que puedo reconstruirlo a lo que usted era antes es...”, me veían concienzudamente, como si yo fuera su pito y estuviera buscándose ladillas. Veía mis despojos, todo desmadrado, hecho caca... lo que había quedado de mi cuerpo... Entonces que me dice “Un ornitorrinco”. El resto es pura mierda historia... me quedé sin chamba ¡Quién quiere ver a un puto ornitorrinco cantar mientras menea las nalgas!, y sin un quinto en la pinche cola... no me quedó más que buscar chamba. Luego, pues me dijeron que acá andaban en busca de un ornitorrinco y que pagaban 10 frasquitos de espuma azul al mes...
—Caray... pues sí que estuvo muy mal... pero creo que sí se necesita un ornitorrinco de nacimiento...
—Pues ya me llevó la verga... necesito espuma ¿Y sí lo intentamos?... total, si no funciono parar la diálisis, pues nos despegan y ya... yo no te cobro nada... pero si sí funciono, pues me das una compensación.... no seas culera.... digamos: medio frasquito de espuma rosa más al mes.
—Bueno..., qué más da..., total... además el capataz ya me dijo que sí no regreso rápido me va a dar 25 latigazos. Mira: ahí viene el cirujano, bien contento, ni modo que echarse para atrás a la mera hora..., imagínate, ¡qué vergüenza!...
—...Sí, ¡no mames!
(Morelia, Michoacán, México, 1980). Maestro en Filosofía de la Cultura (UMSNH), licenciado en Comunicación (UAM-X), y diplomado en la Escuela de Escritores (SOGEM).
Autor de cuatro libros de cuentos: Cabalgata en Duermevela (Ed. Tierra Adentro, 2011. Premio Nacional de libro de cuento Joven "Comala" 2011), Luna Cinema (Ed. Tierra Adentro, 2010. Premio Nacional de Libro de Cuento de Bellas Artes "San Luís Potosí" 2008), Embrujadero (Ed. Secretaría Michoacana de Cultura, 2010. Premio Michoacán de Libro de Cuento "Xavier Vargas Pardo" 2010) y de La Noche es Luz de un Sol Negro (Ed. Ficticia, 2007. Mención de honorífica en el Premio Nacional de Libro de Cuento Agustín Yáñez 2004, de una novela: Guiichi (Editorial Progreso, 2008) y de un libro de ensayo "La VALÍStica de la realidad (abordaje de lo real en la novela VALIS, de Philip K. Dick (Ed. Secretaría Michoacana de Cultura, 2012. Premio Michoacán de Ensayo "María Zambrano" 2012).
También ha ganado los premios de cuento "Magdalena Mondragón" 2006, Premio Binacional de Cuento México–Québec 2003, premio de Cuento Breve de la Revista Punto de Partida 2002, entre otros. Está seleccionado en una veintena de antologías, entre ellas en las ediciones 2004 y 2005 de Los Mejores Cuento Mexicanos (Editorial Joaquín Mortiz). Becario de Jóvenes Creadores del FONCA 2009-2010 (en cuento), y 2011-2011 (en novela). Premio al Mérito Artístico Juvenil de Morelia 2007 y de Michoacán 2009. Premio a la Trayectoria Literaria “José Tocavén Lavín” 2010 .