Presiento que he luchado desde hace más tiempo del que supongo, por explicarme a mí mismo cierta palabrita escabrosa, malgastada, moscamuerta. En El Amor en Tiempos del Cólera, de Gabriel García Márquez, hay una frase que me ha permitido resumir y consolidad todo aquello, para incorporar la idea ahora ya bien limada, pulida y engrasada al engranaje de mi cosmogonía.
Pensar en el amor como un estado de gracia que no es un medio para nada, sino un origen y un fin en sí mismo.
GGM