Cézanne decía que el pintor se apodera de un fragento de la naturaleza "y lo vuelve absolutamente pintura". (...) George Braque escribió, más claramente todavía, que la pintura no "trata de reconstitur un hecho anecdótico" sino de "constituir un hecho pictórico". Por consiguiente, la pintura sería no una imitación del mundo, sino un mundo en sí".
En El mundo de la percepción, de Maurice Merleau-Ponty, pp. 61-62.
Creo, por extensión (y ésta es sin duda una de mis grandes fes), que esto se aplica para todo lo que pretende ser arte. Por relación cercana, lo subrayo para la narrativa cuentística.